Hay varias cosas que pueden robar energía y causar fatiga. Algunas de ellas incluyen:
Estrés: El estrés crónico puede ser agotador tanto física como mentalmente. Las preocupaciones constantes, la presión laboral o académica, problemas familiares y financieros pueden agotar tu energía.
Falta de sueño: La falta de sueño adecuado y de calidad puede afectar negativamente tus niveles de energía y provocar fatiga durante el día.
Dieta poco saludable: Comer alimentos poco nutritivos y altos en azúcar o grasas saturadas puede hacer que te sientas cansado y sin energía.
Sedentarismo: La falta de actividad física regular puede llevar a la debilidad muscular y disminución de la resistencia, lo que puede contribuir a la fatiga.
Exceso de cafeína o estimulantes: Si bien el consumo moderado de cafeína puede proporcionar un impulso de energía temporal, el exceso de cafeína o el abuso de estimulantes pueden llevar a una mayor fatiga y a un ciclo de dependencia.
Deshidratación: No beber suficiente agua puede afectar tus niveles de energía y hacer que te sientas cansado.
Exceso de pantalla: Pasar demasiado tiempo frente a dispositivos electrónicos (teléfonos, computadoras, televisores) puede causar fatiga ocular y mental.
Problemas de salud: Enfermedades crónicas, como la anemia, la diabetes o el hipotiroidismo, pueden contribuir a la fatiga.
Ambiente desordenado: Un entorno desorganizado y desordenado puede afectar tu estado de ánimo y tu nivel de energía.
Exceso de responsabilidades: Tener una carga excesiva de trabajo, responsabilidades familiares o sociales puede agotar tus recursos de energía.
Es esencial identificar qué factores están contribuyendo a tu fatiga y tomar medidas para abordarlos adecuadamente. Si la fatiga persiste o se vuelve abrumadora, es importante consultar a un profesional de la salud para descartar posibles condiciones médicas subyacentes.
*Créditos video: youtube/@DRLAROSA